El país de las maravillas

Como quisiera que todos pudiéramos vivir en el Paí­s de las Maravillas como lo hizo Alicia en su sueño creado por Walt Disney en los años 50′s; pero la realidad es otra, vivimos en un Paí­s con muchas limitantes siendo la principal de ellos la falta de recursos. Alguien dijo que todo es posible si podemos creer, lo cual comparto si hablamos de la fe en Dios, pero estamos muy lejos de alcanzar nuestras metas si solamente confiamos en los hombres y no ponemos empeño en la realización de nuestros sueños.


Probé un trago hace algunos años llamado "Morir Soñando" una combinación de jugo de naranja con hielo leche condensada y vodka, lo cual en su momento disfrute, pues endulzo mi paladar, me distrajo por el momento de la situación que estaba viviendo; al final de todo, solo fue un sueño que nunca se realizo. Mientras compartí­amos al calor de los tragos todo funcionaba, todo se podí­a alcanzar, todo se podí­a realizar; para mi sorpresa al terminar la reunión y haber sudado la pasión realice que todo estaba en el mismo estado que lo dejamos antes de emprender el viaje de la embriaguez.

Alicia en su sueño también experimento un alto grado de positivismo, en especial cuando los animalitos de la selva le hablaban en voz audible y en el mismo idioma que ella manejaba, lo curioso fue que en el momento de encontrar una bifurcación en el camino ella confiando en sus nuevos amigos consulto al conejo y le dijo "Cual camino debo yo tomar ante esta bifurcación" y el conejo sabiamente contesto "depende a qué lugar desees llegar". Me encanta la actitud del conejo cuando le recuerda de manera educada que las grandes decisiones la tomas tú hasta en el Paí­s de las Maravillas, el conejo le recuerda que la responsabilidad máxima de los triunfos y fracasos recae en la persona que las toma.

Las Maravillas en la vida son un regalo de Dios.

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