El valor de los detalles en la vida


La verdadera felicidad radica en hacer felices a otros, si estás buscando la felicidad en tu orgullo o soledad estás errado; será necesario reconsiderar lo que hoy estás haciendo por ayudar a todos los que te rodean y conforman tu cí­rculo í­ntimo o cí­rculo social. La felicidad está ligada a la empatí­a que sientes por las necesidades de otros, para ser feliz comienza hoy a sembrar en otros.


Jesús a lo largo de su vida nos mostró con cariño y paciencia lo lindo de pensar en otros antes que en nosotros mismos. Con ello nos mostró el verdadero significado de la palabra servicio, dejando claramente marcada la ruta a seguir en nuestra vida diaria; entonces qué esperas tú para reencontrarte con tu felicidad, ella no está tan lejos como te lo plantean los canales de televisión, ella radica en tu corazón.

Cuánta gente aún recuerda los detalles del Maestro, quien no escatimando su Deidad se humillo por nosotros hasta llegar a la muerte y muerte de Cruz; estoy seguro que Él en su infinito conocimiento o Omnisciencia pensó en lo futuro, en la alegrí­a que con su muerte traerí­a como si Él mismo se sacara la loterí­a. Fue un hecho inspirador lo que por nosotros hizo el Salvador, sufriendo en la cruz gran dolor.

Amigos los detalles son la alegrí­a, los detalles como una simple quesadilla, una llamada, una palabra de aliento de esas que todos necesitamos por dentro; vamos, tú tienes la capacidad de borrar el pasado y vivir en verdadera libertad. Dale valor a la vida siembra hoy para cosechar mañana, siembra hoy y todos los dí­as de la semana; no dudes que Dios no es ciego, conoce tu corazón, Él sabe si es sincero, es por ello que hoy te invito a que llames a alguien y le digas cuánto le amas.

No descuides los detalles, pues son estos los que hoy faltan en nuestras calles; todos velan por lo propio olvidando con ello los principios Cristianos, que ante Dios todos somos como hermanos; cuidemos pues los unos de los otros y no dudemos en sembrar los unos en los otros. Solo así­ encontraremos la paz y echaremos fuera al odio que es un fruto de los hijos de Satanás, levanta hoy el teléfono, escribe un poema o canta una canción; no olvides que al hacerlo elevamos nuestro corazón.

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