Hagamos una Pausa

El mejor regalo de Dios para el hombre, después de su salvación a través de Jesucristo, es la memoria, pues es a través de ella, que nosotros aprendemos tanto de nuestros éxitos como de nuestras derrotas o malas experiencias; es por ella que muchos sobrevivimos en la actualidad pues nos motivan los recuerdos de lo vivido y experimentado en el pasado, arrancándonos hasta sonrisas de lo más profundo de nuestro corazón; es la memoria la que nos llena de esperanza, de reencontrarnos con aquellos amores pasados, es la que llena de picardí­a el corazón del hombre dí­a a dí­a. Es la memoria la encargada de hacernos viajar por la vida, con la esperanza de encontrar la felicidad que no se encuentra por mera casualidad, la memoria puede ser nuestra mejor aliada, pues nos llena de vigor no importando lo marchita de la flor (vida).

Te invito a que juntos experimentemos un momento sacando todo aquello que llevamos dentro, recuerdos de tus maestros, aquellos que nos hicieron diestros, memorias inolvidables como el dí­a que volaste hasta Buenos Aires, vamos aní­mate a intentarlo antes que pretendas olvidarlo, saca todo sentimiento y verás cómo se alborotan hasta los vientos, corrientes del pasado pasaran a tu lado calentando tu corazón y con mucha razón te sientes niño de nuevo, te sientes joven y capaz, listo para cambiar la historia actual de tu vida aunque sientas que ella no te ofrece hoy por hoy una salida; vamos indaga más adentro lleguemos con este punto hasta el mero centro, recuerdas tus primeros besos, esos que te poní­an hasta los labios gruesos, de esto es lo que estoy hablando, hagamos una pausa antes de seguirnos quejando, la vida no es tan dura después de todo y si lo es ni modo, cambiara la cara, cambia el corazón, jamás olvides que tus recuerdos siempre llenaran tu corazón.

Hoy que ya hemos comenzado dejemos la amargura de un lado, abre tu mente a un nuevo espacio uno de aquellos que quisiéramos vivir más despacio, pensemos un momento en lo que estas cargando por dentro, eso que te enferma, eso que te llena de descontento, debemos reconocer que algunos de estos recuerdos nos van a doler; pero eso no importa lo que interesa es que hoy te sientes de nuevo a la mesa, la mesa del recuerdo, para ponernos mayormente cuerdos, olvidando las presiones de la vida; pues seguros estamos que Dios siempre nos dará la salida. Pero vamos también al lado oscuro atrévete vamos a cruzar el muro, ese muro de impedimento, ese que muchos construimos por dentro, ese muro está edificado de los malos recuerdos que nos dejó el pasado, son ellos los que han secado hasta el mismo rí­o del amor. No seas de esas personas a quienes su memoria las traiciona, trayendo el recuerdo doloroso en lugar de llenarte hoy con mucho gozo, saca las raí­ces de amargura, saca de tu corazón toda la duda que si fue infiel o no, eso no te corresponde, pues será Dios quien los nombre frente a todos los hombres el dí­a del juicio, tú sigue sembrando pues así­ seguirás cosechando éxito amigo y amor como nos lo mostró el Salvador Jesús, quien por puro amor se entregó a tremendos castigos y humillaciones, tú conoces pues los has vivido por montones no te desmotives ante la adversidad, esto que hoy platicamos no es mera casualidad, es una realidad ignorada, que vida más dura que pura babosada. Hagamos una pausa lectores y calentemos nuestros motores, vivamos hoy los buenos recuerdos y pretendamos que no estamos cuerdos, te darás cuenta que si haces memoria hasta perderás la cuenta de las veces que tan bien que la pasamos, cuando de buenas personas nos rodeamos, mi última recomendación es que recuerdes siempre a Cristo en tu corazón , el siempre tiene respuesta, aunque el diablo haga sus apuestas en tu contra; no te preocupes no te afanes has una pausa y recuerda hoy buenos refranes cambiaran tu dí­a , cambiaran tu mente y por favor que no te importe lo que diga la gente.