HabÃa una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba culpándolas por cualquier cosa, asà que ella vivÃa sola, pero tenia de ayudante a una muchachita.
Una de las cosas que más querÃa esa señora era una aguja de oro con que cosÃa todas las tardes, hasta que un dÃa por más que la buscó no la encontró. Asà que acuso a la muchacha, y le dijo que ella era la que habÃa robado su aguja de oro y la despidió.
Un dÃa por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la atención, subió a ver a los pajarito y ...¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo ahà todo el tiempo.
El Pájaro habÃa tomado el hilo con la aguja para construir su nido.
La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y la querÃa.
Nosotros debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad, porque nos podemos equivocar, y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.
Cuantas veces hemos destruìdo a alguien por juzgarle apresuradamente. Pidamos a Dios sensibilidad para poder vivir equilibradamente.
No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Levìtico 19:15.
Una de las cosas que más querÃa esa señora era una aguja de oro con que cosÃa todas las tardes, hasta que un dÃa por más que la buscó no la encontró. Asà que acuso a la muchacha, y le dijo que ella era la que habÃa robado su aguja de oro y la despidió.
Un dÃa por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la atención, subió a ver a los pajarito y ...¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo ahà todo el tiempo.
El Pájaro habÃa tomado el hilo con la aguja para construir su nido.
La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y la querÃa.
Nosotros debemos aprender a no juzgar a las personas antes de saber la verdad, porque nos podemos equivocar, y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.
Cuantas veces hemos destruìdo a alguien por juzgarle apresuradamente. Pidamos a Dios sensibilidad para poder vivir equilibradamente.
No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. Levìtico 19:15.
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