Saliendo del atascamiento

Eres un hijo amado de Dios y heredero de todo el bien del universo. Cada momento es una oportunidad para comenzar de nuevo. Recuerda que constantemente creces y te desarrollas como ser espiritual.

Deja ir todo pensamiento de carencia o limitación y abraza tu potencial divino. Busca en tu corazón todo sueño que no hayas logrado y traza una ruta para lograr cada uno.


A continuación encontrarás algunas ideas que te ayudarán a triunfar:
  • Crea una imagen mental de ti mismo y de la vida que desees. Ora y medita y acude a la sabiduría y guía divinas para que tu visión se cumpla totalmente.
  • Ponle pasión a tus sueños. Si la meta que buscas lograr es un reflejo de tu ser verdadero, gozarás de mucha energía y entusiasmo. Joseph Campbell dijo esto magníficamente: “Sigue tu bienaventuranza”. Confía en los anhelos de tu alma.
  • Utiliza afirmaciones para nuevos comienzos cada día.
  • Establece un plan de acción para lograr tus metas. Las cosas ocurren como por arte de magia cuando anotas lo que quieres lograr. Al hacerlo eres forzado a pensar, analizar y poner tus metas en palabras. El mismo hecho de anotar las cosas hace que se manifiesten en un plano físico. Entonces, de repente, parecen ser más reales y alcanzables. Fija metas a corto plazo, metas que puedan medirse, y avalúa tu progreso periódicamente.
  • Sé gentil contigo mismo. Los cambios mayores necesitan tiempo, esfuerzo y perseverancia. No te sorprendas si encuentras obstáculos y retos, en su lugar, prepárate para vencerlos. Perdónate por cualquier error y celebra las pequeñas victorias y pequeños avances. Recuerda no abandonar tus esfuerzos, ya que pueden estar a la vuelta de la esquina.
  • Establece un sistema de apoyo. Acepta la fortaleza de otros para complementar la tuya. Ayuda también a quienes se encuentra haciendo cambios en sus vidas. Con una red de apoyo, tendrás más fuerzas que estando solo. Ora, medita y descansa. Entrega tus preocupaciones a Dios en momentos de oración y dedícate a lograr tus metas.
Una vez que hayas puesto en marcha tu plan, se te hará más fácil tomar decisiones porque tendrás una visión más clara del rumbo a tomar en tu vida. Imagina que eres un escultor y que al labrar tu vida quitas lo que no sirve tus metas hasta que te queda la vida de tus sueños. Nunca es tarde para comenzar de nuevo.

Puedes saber de corazón que Dios estará contigo en cada paso del camino. Tu ser real, el espíritu que Dios creó, es bueno y perfecto. 

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