No es coincidencia, es el resultado

Cuenta una historia que unos ancianos casados ya por mucho tiempo, llegaron a convivir tan cerca que hasta sus gustos y carácter eran iguales; un dí­a la señora cocinó y al servir los alimentos le pregunta al esposo ¿A quién de nosotros es que no nos gusta el brócoli? Parece risible pero es real, pasamos tanto tiempo como pareja que nos comportamos de manera similar, nuestros gustos son parecidos, nuestros lugares favoritos, etc.


De igual manera cuando convivimos con el Mundo, nos comportamos como el Mundo y no como verdaderos hijos de Dios; dirás que mis palabras suenan fanáticas pero es una realidad, analiza tus palabras en compañí­a de tus amigos y analiza tu conducta dentro de la Iglesia o lugar de trabajo es totalmente diferente; hasta nuestra manera de caminar cambia cuando tenemos demasiada comunión para con el mundo.

La Biblia nos cuenta la experiencia de un hombre llamado Pedro, quien con anticipación Jesús le advirtió por el amor que le tení­a y le dijo "Antes que cante el gallo, me negaras tres veces". No fue casualidad fue una causalidad, el resultado del ambiente tóxico donde éste se encontraba. Sabes, los gallos cantan de madrugada y si estas en la jugada entenderás que si te mantienes cerca del mundo también tu negarás a tu Señor y Creador.

Algunos compañeros de trabajo me llaman anti social, pero yo me llamo a mi mismo anti carnal, pues sus costumbres y tradiciones me causan a diario decepciones, se comportan como los hijos del mundo y no como los hijos de Dios; prueba de ello es que se burlan del pecado, se mofan de todos los que no están de su lado a tal grado que ya me tienen atarantado. Más les valiera que pusieran la mente en una hielera para calmar la euforia con la que causan discordia.

Lo que hoy estamos viviendo no es casualidad, es causalidad, o sea causado por tanta carnalidad en nuestro entorno; es como si viviéramos dentro de un horno de pecado que solo arroja mal resultado, palabras deshonestas y blasfemias constantes son las que les causan risa a este tipo de farsantes. Que tipos más duros y denigrantes, en lo personal me causan risa y dolor pues aunque esté haciendo frio ellos sienten calor, se caracterizan por hacer siempre lo contrario al verdadero Cristianismo, a ellos todo les da lo mismo.

De ahora en adelante recuerda que no es coincidencia sino el resultado del lastre de tanto pecado, abre los ojos y reflexiona que tarde o temprano estarás de espaldas en la lona; buscarás apoyo de Dios y de tus seres queridos y no lo encontrarás por haberlos dejado por tu tipo de amigos. Detente un momento no te creas un portento, pide perdón a Dios y el estará contigo contento, cambia todo aquello feo que llevas por dentro.
Por Edgar Lopéz

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