Solo para hijos perfectos

Estaba listo para zarpar, volvió su mirada para un último “Adiós”, y encontró a una mujer llorando con la mirada más triste que nunca antes había visto, era su madre, estaba destrozada por la partida de su hijo. Él abortó el plan y regresó, ella le dijo: “La Biblia dice que Dios bendice a los hijos que honran a sus padres, Dios te bendecirá a ti”. Tal vez esa fue la razón por la que George Washington fue presidente y no marinero.




Cuando hablamos de la relación entre tú y tus padres sin duda habrá mucho de que platicar, los detalles son tantos, las frustraciones también, espero que tengas más alegrías que penas en esto. Hablo con muchos padres desesperados y también con un sin fin de hijos atormentados por sus padres, los típicos: “no me entienden”, “ya estoy grande”, “solo quiero salir un poco más”, “quiero un poco más de espacio” y bueno las frases no terminan, lo extraño es que estas no han cambiado desde hace mucho tiempo, me alienta, quizá sea el rumbo normal de las cosas. Tal vez el problema es que ambos están esperando perfección y eso nunca será. Esto se trata de comprensión, comunicación y amor.

Entonces, ¿qué se espera de ti, cuál es tu parte en el asunto? Revisemos algunos principios bíblicos que pueden ayudarte en esto de ser hijo o hija.

- Rebeldía es mala opción. En la Biblia esta palabra representa un gran problema, no es un asunto de telenovela, es un asunto muy serio, sino pregúntale a nuestro buen amigo Absalón (2 Sam 15), se rebeló contra papá y se enredó en serio.

- La generación que “Exige”. Tenemos una generación de hijos que no piden, “EXIGEN”. Ummmmm … mala idea ¿te acuerdas del hijo pródigo? (Lc 15:11), sus exigencias lo llevaron directo al cuarto de cerdos.

- ¿Eres el alma de la fiesta? Debes ser motivo de alegría de tus padres, no el principal proveedor de lágrimas para ellos (Prov. 10:1).

- “Sí SEÑOR”. Oh, oh, terreno peligroso, lo siento, debes obedecer a tus padres. (Efe. 6:1).

Bueno, creo que lo anterior y sin duda algunas cosas más las podemos resumir con algo: “HONRAR A TUS PADRES” (Ef. 6:2-3). Y esa palabra “HONRAR”, significa reconocer, respetar y asignar a alguien el valor que tiene. Dios a los hijos no nos dio opción, simplemente dijo, “Dale a tu papá y a tu mamá un valor muy alto, y prometo que te irá bien en la tierra y vivirás un buen rato”, bueno realmente no lo dijo así pero esa es la idea (Ef. 6:1-3). Tal vez no te guste, quizá no estés de acuerdo en esto de honrar a tu papá que te dejó, que te insulta, que llega borracho a casa y quien sabe que cosas más han pasado. Es probable que tu caso sea especial, aunque honestamente casi todos los hijos pensamos lo mismo de nuestros padres. Hagamos un trato, háblalo con alguien con sabiduría de la Palabra, te aseguro que encontrarán un rumbo. Pero no olvides que cuando de honrar a los padres se trata, los más beneficiados somos los hijos, esfuérzate en esto, tal vez algo cambie. Te amo. 
Por Carlos Navas

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