Suéltalo

Un pequeño niño estaba jugando un día con una vasija muy valiosa, metió su mano en ella y luego no podía retirarla. Su padre también intentó ayudarlo, pero todo fue en vano, ambos estaban pensando romper la vasija, cuando el padre dijo: Vamos, hijo mío, inténtalo una vez mas, abre tu mano, extiendé tus dedos tal y como hago yo, y entonces saca la mano.


Para sorpresa suya el pequeño le dijo: Ho, papá, no pordría extender mis dedos como dices, porque si lo hago voy a perder mi centavo.

Esta historia tiene un importante significado para todos los que trabajamos con niños. un niño considera lo que rodea desde una perspectiva muy diferencte de como lo hacen los adultos.

La posibilidad de perder su centavo es para él mas importante que la pérdida de una valiosa vasija, el niño conoce el valor que el centavo tiene para él en su vida.

Los niños continuarán sorprendiendonos a todos nosotros con el proceso de sus razonamientos; pero sí somos pacientes y no olvidamos "sentarnos en el piso"; lograremos entenderlos un poco mejor.

Que el amor de Dios, la gracia del Hijo y la comunicación del Espíritu sea con todos ustedes y que a todos nuestros niños tengan amor, paz, tranquilidad y alegría todos los días de su vida.

L.A.R. en GTR

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