Uno de mis profesores me dijo que la historia no salta de un gran evento a otro; sino que es una serie de momentos corrientes, con decisiones corrientes, tomadas por decisiones corrientes. Rara vez reconocemos cuando una decisión que tomamos es crucial. Sólo después de mucho tiempo, tal vez incluso años, podemos comprender los efectos de nuestras decisiones.

Abraham decidió seguir el consejo de su esposa, porque ellos no creían que el Señor les daría un hijo a través de Sara. Pero Dios todavía bendijo a Ismael por ser simiente de Abraham, a pesar de que provino de Agar y no de Sara. Hoy en día los descendientes de Ismael atormentan a los judios debido a la decisión de Abraham y Sara.
Pero Lot y muchos otros fueron rescatados de la muerte a causa de Abraham. Abraham no pensó que había algo especial en él en ese momento; él todavia no era el padre de una gran nación. Es probable que yo no sea la madre de una "gran nación". Pero ¿Qué decisiones "pequeñas" tomaremos hoy tú y yo que afectarán los próximos siglos? Es fundamental escuchar el consejo sabio de Dios en todos estos momentos, si es que nuestras decisiones triviales tienen tal influencia.
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