Presumiendo

Este verano pasado, enseñé mi primera clase oficial de inglés de primer año universitario y fui bendecida con estudiantes inteligentes y esmerados. Parecían muy nerviosos de escribir su primer ensayo de tres páginas y fueron muy exhaustivos en sus preparativos. Como estudiante de posgrado, me he acostumbrado a hacer a la carrera los ensayos de viente páginas para mis clases de literatura, pero hace tan sólo seis años, también era una estudiante universitaria de primer año muy meticulosa. Miré atrás a algunos de los ensayos que había escrito a los dieciocho años de edad, y me sorprendí de mí misma más joven. Pensaba que era una gran escritora en ese entonces, pero si tuviera que escribir ahora el mismo ensayo otra vez, habría sido mucho mejor. Obviamente. Sin embargo, al mirar mis antiguos trabajos aprecié lo que he aprendido en los últimos seis años y a no juzgar a mis estudiantes por temer al ensayo de tres páginas.




En esta carta a los Corintios, Pablo le pide a la iglesia que recuerde quiénes fueron antes de que Dios los llamara, porque  están peleando sobre quién es el mejor cristiano. Pablo les recuerda que ninguno de ellos fueron precisamente seres humanos impresionantes, y que en su lugar: "También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada" (1:28a NVI), por lo que no hay razón para estar orgullosos. Pablo incluso dice: "Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad" (2:3a NVI).

Podemos mirarnos a nosotros mismos y pensar que lo hemos "logrado", pero es importante que miremos lo que éramos no hace mucho tiempo para mantener nuestro ego bajo control. Al igual que Pablo, debemos proponernos "no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado... para que [nuestra fe no dependa] de la sabiduría humana sino del poder de Dios" (2:2-5 NVI) No fuimos concebidos para ser arrogantes y juzgar a los demás; fuimos llamados a hacer la obra del Señor, y a jactarnos solamente de Él.

"Recuerden lo que ustedes eran cuando Dios eligió. Según la gente, muy pocos de ustedes eran sabios, y muy pocos de ustedes ocupaban puestos de poder o pertenecían a familias importantes" 1 Corintios 1:26

Publicar un comentario

Post a Comment (0)

Artículo Anterior Artículo Siguiente